Guía sobre depresión en el adulto mayor

Hay ciertas sensaciones y emociones en la vida que pueden ser más incómodas o difíciles de transitar, pero que sin duda, debemos atravesar para comprender cuál es el mensaje que nos quieren dejar; una de ellas es la tristeza, que puede venir acompañada de enojo, frustración y algo de impaciencia, ¡pero ojo! La tristeza, como todas las emociones, también es pasajera.

Cuando se experimenta una tristeza extrema persistente en el tiempo, y se le empieza a perder el sentido a muchas actividades que antes disfrutábamos, es una señal de alerta de que debemos buscar ayuda, porque así se empieza a ver la depresión, y como todo, hay que trabajarla.

Si en tu casa hay un adulto mayor que expresa este tipo de sensaciones constantemente, o tú mismo las estás experimentando, sigue leyendo porque tenemos mucho qué contarte.

¿Qué es la depresión?

Un sentimiento de tristeza profundo, cansancio exagerado, pérdida de interés en las cosas que antes eran importantes, e incluso, disminución en el apetito, la vitalidad, el futuro o el interés de la vida en general, pueden ser síntomas de la depresión.

Esta enfermedad mental que produce mucha intranquilidad, puede surgir por diferentes factores y no necesariamente tienen que estar asociados entre sí.

Causas de la depresión en los adultos mayores

La depresión en el adulto mayor se puede ver de diferentes maneras y, no necesariamente porque sea reservado o le guste aislarse en ciertas circunstancias, signifique que la padece, de la misma manera que, no porque se muestre alegre es certeza de que no está atravesando por una sensación de tristeza extrema.

Hay que prestar atención a diversos síntomas y comprender cuáles pueden ser algunas de las causas para identificar con mayor facilidad si la pueden estar padeciendo o no; por eso te hablaremos de algunos factores que influyen en la aparición de la depresión en el adulto mayor:

Enfermedades orgánicas: Cuando se atraviesa por una enfermedad compleja de tratar y con la que se debe aprender a convivir reconociendo que afecta muchas otras funciones vitales del cuerpo, es común que se presenten síntomas depresivos o de pérdida del sentido de la vida; enfermedades como la demencia, el Parkinson o trastornos que afectan las formas habituales de comportamiento, entran en esta categoría.
Cambios hormonales: Las funciones de los químicos cerebrales que controlan el humor se pueden ver afectadas por alteraciones hormonales, ya sea a raíz de los cambios naturales como la llegada de la menopausia o la andropausia, e incluso por componentes hereditarios que alteran los neurotransmisores cerebrales como la serotonina o la dopamina.
Circunstancias psicosociales: Los cambios naturales y repentinos que pueden empezar a surgir con la edad como nuevas dinámicas y rutinas, disminución de los grupos sociales, deterioro de capacidades motrices y/o cognitivas, influyen notablemente en el estado anímico y psicológico de los adultos mayores.
Alteraciones de personalidad: Llega cierta edad en la que se crean mecanismos de defensa psicológicos para evadir el aspecto de vulnerabilidad, o por el contrario, para generar un interés notable en sus círculos sociales que evite la soledad; lo que puede alterar la personalidad e influir, no solo en la propia percepción, sino también en la percepción externa, lo que genera altos niveles de estrés y necesidad de aprobación, desencadenando episodios depresivos y maníacos.

Síntomas de la depresión en los adultos mayores

Cada persona es un mundo diferente, por lo que los síntomas que lleven a intuir que la depresión en el adulto mayor está siendo un problema, pueden variar; sin embargo, existen algunos patrones comportamentales que dan una señal de alerta, como:

Irritabilidad
Pesimismo ante el futuro
Pérdida de la concentración o de la memoria
Falta de apetito
Trastornos del sueño
Sentimientos de culpa o de incapacidad
Pérdida de interés en diversos ámbitos
Cansancio extremo

Aunque estos pueden ser algunos síntomas a los que prestarles atención, no implica directamente que se esté padeciendo un trastorno depresivo; hay muchos otros motivos por los que se podrían evidenciar estos patrones, así que, la mejor idea siempre es asistir donde un profesional de la salud que oriente los procesos de manera individual.

¿Se puede prevenir la depresión?

Es cierto que la depresión es un trastorno mental que puede aparecer por temas hereditarios o por cambios repentinos en la rutina que generen un bajón energético difícil de controlar, pero sí hay algunas herramientas que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecerla regulando la secreción de hormonas y manteniendo entorno y red de apoyo que siempre va a ser esencial, por eso, si crees que tienes riesgo de entrar en episodios depresivos o alguien cercano a ti está presentando sintomatología, ¡sigue estos consejos!:

Hacer deporte de manera regular: El movimiento es un segregador natural de químicos que llegan al cerebro para darle sensación de bienestar y tranquilidad. La serotonina, dopamina y endorfina son algunas hormonas que liberamos al hacer ejercicio y que, sin duda, mantendrán nuestra mente más activa, alegre y nos harán sentir útiles y estar tranquilos.
Círculos sociales que acompañen: No hay que subestimar el poder de los buenos amigos y de la familia presente. El acompañamiento es esencial para que nos sintamos parte de algo más grande e importante que nosotros; nos da motivos para levantarnos cada día y hace nuestra vida mucho más amena. Procura cultivar tus círculos sociales de manera frecuente.
Buscar ayuda profesional: Asistir a terapia hace mucho tiempo dejó de ser un tema tabú. Así mismo como ejercitamos nuestro cuerpo, es esencial ejercitar la mente y darle un parte de tranquilidad en los momentos que parece que todo se está saliendo de control. Para eso hay profesionales de la salud mental que te podrán orientar y acompañar en cada proceso, ¡búscalos y disfruta de la paz que da estar en armonía con la mente y contigo mismo!

¿Qué hacer ante un adulto mayor deprimido?: Tratamientos y expectativas

Un esencial y mantra que debemos tener presente cuando una persona a nuestro alrededor está deprimida es: ¡Es real, no estás exagerando y te voy a acompañar!

No hay una manera más acertada de ayudarlo en este proceso que acompañándolo sin juzgarlo. Los trastornos mentales pueden ser difíciles de comprender incluso para la persona misma que los padece, por eso, sé compasivo y escúchalo las veces que sean necesarias; motívalo a salir de su casa, hacer actividades nuevas y aprender constantemente: dale motivos y experiencias que le recuerden que la vida está llena de cosas buenas y bonitas por conocer.

Recuérdale la importancia de la terapia para que pueda comprender lo que está pasando en su mente y así trabajarlo; como primera instancia y tratamiento primordial debe ir donde un psicólogo que evaluará su sintomatología para después determinar si requiere ser remitido al psiquiatra e iniciar medicación.

Pedir ayuda es de valientes y reconocer que es algo natural y que a todos nos puede suceder, es el primer paso. Hay mucho por conocer, por aprender y por vivir, por eso en TENA queremos acompañarte a vivir cada proceso y recordarte que: ¡El universo tiene grandes cosas preparadas para ti!