Estar bien consigo mismo tanto física como emocionalmente, es el requisito número uno para poder cuidar de otro. A continuación, te damos un listado de ocho actividades de autocuidado para que puedas cuidar del otro y de ti mismo como mereces.
¿Por qué es importante el autocuidado en un cuidador?
La labor de un cuidador requiere de esfuerzos diarios que pueden influir no sólo en el estado físico, sino también en el estado de ánimo y en las emociones del profesional. Cuando todos estos factores se hacen notorios y la exigencia supera el autocuidado, esto se conoce como el síndrome del cuidador quemado, una condición que puede llegar a provocar estrés, ansiedad, insomnio, pérdida de apetito, dolores de cabeza y preocupación excesiva.
Por ello, es importante realizar seguimiento continuos al exhaustivo trabajo del cuidador a través del test de Zarit para saber cómo se siente y evitar sobrecargas.
Además, priorizar la estabilidad mental, física y emocional para poder entregar lo mejor a la persona o adulto mayor dependiente, ¡es clave en todo el proceso! Te contamos algunas actividades que, como cuidador, puedes empezar a incluir en tus rutinas y, así, controlar cualquier impacto que esta profesión te genere.
1. Meditación
Meditar consiste en entrenar la mente, generar conciencia y enfocar los pensamientos hacia algo específico. Es una práctica que abarca varios ámbitos, desde religiosos hasta terapéuticos, y se hace con el fin de obtener beneficios que apuntan al bienestar del ser. Existen muchas técnicas y maneras de hacerlo, por ejemplo, a través de una actividad específica como yoga, puedes hacerlo en casa con técnicas de respiración y ejercicios prácticos que refuercen y favorezcan el tiempo de meditación.
2. Masoterapia
Es una técnica milenaria con numerosos efectos positivos para el cuerpo y la mente: consiste en el uso de diversas técnicas de masaje para hacer tratamientos terapéuticos y relajantes. Es una de las actividades de autocuidado de la salud más recomendadas. A menudo asociada con la estimulación de los músculos y los tratamientos con fisioterapia, es ideal para cuidadores como tú que realizan constantes movimientos y esfuerzos. ¡Busca un profesional o un lugar especializado y empieza a aprovechar los frutos de esta increíble terapia!
3. Cuida de tu alimentación
Muy probablemente, al velar por el cuidado, el bienestar y la salud de otra persona todos los días, empieces a descuidar tu alimentación o a saltarte comidas importantes en tus horarios. No olvides que un cuerpo bien nutrido, es un cuerpo saludable, enérgico y listo para cualquier actividad o jornada. Te proponemos, cada semana, crear un plan de alimentación y dejar tus comidas planeadas y/o preparadas para optimizar tiempo y, de esta manera, asegurarte de que estás recibiendo los nutrientes necesarios para mantener tu salud y vitalidad en las mejores condiciones.
4. Limpieza corporal y facial
Realizar una limpieza facial y corporal es todo un ritual que te conectará con cada parte de tu cuerpo y rostro. Los efectos serán maravillosos y curativos: aumentará tu autoestima, relajará tus músculos, calmará tu mente y revitalizará tu piel: así podrás continuar tu hermosa labor luciendo un aspecto renovado y descansado. ¡Para hacer esta actividad puedes acudir a un spa o realizar baños y mascarillas caseras para revitalizarte por completo!
5. Salud oral
¿Hace cuánto no visitas a tu odontólogo? Es probable que pases por alto este importante chequeo. Recuerda que tener dientes sanos, evitar infecciones y mantener una adecuada higiene bucal, te proporcionará bienestar y te mantendrá saludable. ¡No le restes importancia a tu salud oral, agenda una cita odontológica y trata o previene futuros problemas!
6. Actividad física
Realizar actividad física siempre debe estar en tu agenda. Haz algún tipo de ejercicio al menos tres veces a la semana durante media hora. Verás los efectos positivos que traerá para tu cuerpo y mente como cuidador. ¡Puedes buscar grupos de senderismo o caminatas ecológicas para que esta actividad resulte más divertida!
7. Cuida tu higiene de sueño
La calidad de sueño es tan importante como cualquier otro factor y debe ser una de tus principales prioridades si lo que quieres es mantenerte activo y saludable para poder cuidar de tus pacientes. Cuando pasamos una noche tranquila, el cuerpo se recarga, la mente descansa, el estrés desaparece y, sobre todo, estarás más atento y concentrado en tus actividades del día.
Si durante la noche debes realizar labores específicas de cuidado, puedes tomar algunas siestas durante el día y priorizar la calidad (más que la cantidad) de tu sueño con hábitos que te brinden relajación antes de ir a dormir.
8. Día de descanso
Sacar un día a la semana para descansar por completo, te permitirá cumplir con todas las actividades para el autocuidado con mucha más energía física y emocional. Este día debe estar dedicado a ti, a hacer lo que te gusta en tu casa, o simplemente descansar leyendo un libro, viendo tu programa favorito o una película. Recuerda que para satisfacer las necesidades de tu paciente o persona bajo cuidado, tu mente y cuerpo deben estar saludables y en bienestar, solo así podrás transmitir, paz y tranquilidad. ¿Qué te parecen cada una de estas actividades? ¿Cuáles has realizado? ¡Comenta cuál de ellas será la primera que pondrás en práctica! Estar bien consigo mismo tanto física como emocionalmente, es el requisito número uno para poder cuidar del adulto mayor.
Buscar ayuda también en válido
¿Sientes que no puedes con todo? ¿Que estás dejando a un lado tu salud física y mental? ¡No pasará nada si pides ayuda! Recuerda que si tú estás bien, la otra persona también lo estará; si, por el contrario, el paciente te nota un poco estresado, abrumado o depresivo, absorberá también tu energía y emoción. Entonces, si aceptas una mano, ya sea de otros familiares, profesionales o hasta de tecnologías que hagan más prácticas tus labores, podrás garantizar cuidados de calidad. El primer paso es hablarlo y ya con él, ¡vendrán las soluciones!
Desde TENA admiramos tu labor y deseamos que tanto tú, como tu paciente, puedan gozar de una excelente calidad de vida con actividades de autocuidado que beneficiarán tu mente, cuerpo y espíritu.
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